El seminario fue llevado a cabo por una antigua alumna de la conjunta. La temática que abordaba estaba relacionada con los centros penitenciarios, concretamente el de Alhaurín de la Torre (Málaga). Decidió compartir la experiencia de un trabajo que llevo a cabo en dicha penitenciaría.
Al tratarse de una antigua compañera de la conjunta, mi interés se magnificó, ya que es como si pensará que, tampoco nosotros estamos tan lejos de realizar trabajos de investigaciones e intervenciones como los que ella estaba compartiendo.
En relación al contenido de la temática, comenzó explicando la estructura de la penitenciaría de Alhaurín. Proporcionó datos como el número de internos, las características delictivas de los internos, los profesionales que trabajan en ella, la organización profesional, las jerarquías, los horarios, etc. Una de las cosas que más me llamó la atención fue el número de Educadores Sociales, así como el de Trabajadores, pues estamos casi acostumbrados a escuchar la falta de personal del ámbito social en estos casos y en muchos otros. De todas manera es un número de personal reducido.
El acceso al puesto de trabajo de los profesionales fue otro tema donde puse bien el oído, ya sabes el futuro puesto de trabajo interesa a todo el mundo. Aunque me quedé un poco desilusionada al enterarme todo el procedimiento que se lleva a cabo para el puesto de Educador Social de penitenciarias (a través de las oposiciones de funcionario de penitenciarias, y a partir de ahí intentar acceder al puesto de Educador Social).
Las funciones diferenciadas del Trabajador Social y la del Educador Social es otro tema que me dejó pensativa, ya que se supone que existe un trabajo multidisciplinar entre ambos. Aquí, en este puesto de trabajo se puede ver claramente diferenciado la labor más burocrática del Trabajador Social y el contacto más directo con el usuario del Educador Social. De todas maneras, es mi opinión, pero creo que el Trabajador Social debería tener un contacto más directo con los usuarios, ya que así podría tener una visión más cercana de las necesidades que realmente deben ser cubiertas, así como los recursos que se necesitan.
En relación a las dificultades que se enfrentan estos profesionales, pienso que son las mismas que se pueden dar en otro colectivo e instituciones, ya que las limitaciones de espacios, la falta de presupuestos, la carencia de participación de los usuarios y la falta de personal son elementos que dificultan las intervenciones con los usuarios.
La conclusiones que dio la compañera en relación a la figura del Educador Social no era nuevo para nosotros, ya que desde que entramos el primer año, estamos teniendo dificultades para poder encontrar puestos de trabajo y figuras profesiones de Educación Social.
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